En una semana cargada de tensiones y polémicas, la visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a España ha captado la atención internacional. Sin embargo, este encuentro ha sido recibido con críticas y señalamientos hacia el gobierno de Pedro Sánchez, acusado de utilizar asuntos internacionales como una cortina de humo para desviar la atención de las controversias domésticas.
La culminación de esta visita se verá marcada por la firma de un acuerdo de seguridad bilateral entre España y Ucrania, que implica un compromiso sin precedentes por parte de España de proporcionar un paquete de armamento valorado en unos 1.129 millones de euros a Kiev. Esta cifra récord ha suscitado interrogantes y preocupaciones sobre la dirección de la política exterior española y sus implicaciones en el escenario internacional.
La visita de Zelenski también se produce en un momento de agudización de las tensiones entre España e Israel, con un intercambio de críticas y un controvertido vídeo difundido por el ministro de Exteriores israelí. Este vídeo, presentado como una sátira al ritmo de flamenco, muestra a Hamás agradeciendo al presidente Pedro Sánchez, intensificando así la confrontación entre ambos gobiernos.
Sin embargo, detrás de esta diplomacia de alto perfil y las maniobras de distracción, se encuentran asuntos internos de gran relevancia. Se espera que esta semana el Consejo de Ministros de España reconozca el Estado Palestino, mientras que el Congreso aprobará la ley de amnistía, una medida controvertida que ha generado una ola de críticas y protestas.
La ley de amnistía, que el propio Pedro Sánchez había calificado como ilegal en la campaña electoral, ha sido vista como un último pago de la hipoteca de la Moncloa, suscitando acusaciones de fraude a la democracia y contravención de derechos legales. Esta decisión llega en un momento de indignación popular y polarización política, evidenciada en las manifestaciones y el rechazo público hacia el gobierno.
Además, se suma a este panorama la revelación de presuntas interferencias en una investigación judicial relacionada con Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, por corrupción y tráfico de influencias. Estas acusaciones han puesto en entredicho la integridad del sistema judicial y han aumentado las críticas hacia un gobierno que se percibe como colapsado y distante de las preocupaciones de sus ciudadanos.