Lo que aquí denominamos como “ultraderecha”, sería algo muy blandengue, incluso podríamos decir que de centro político, si realizamos una comparativa, punto por punto, con las políticas de nuestros vecinos de países musulmanes. Por ejemplo, si voy a un país árabe como Egipto jamás podría nacionalizarme, a no ser que mi padre hubiera sido egipcio, aunque nazcas allí.
Es decir, el país está “absolutamente cerrado a cal y canto” a que una persona pueda nacionalizarse. Y así todos los países musulmanes. Puedes tener un permiso temporal, pero al final, hayas trabajado o estudiado un curso, tendrás que volverte a tu país por donde has venido. Una medida que aquí sería vista como ultra-derechista-fascista, allí es aceptada popularmente con normalidad, incluso por las personas consideradas de izquierdas.
A usted no le aconsejo ultrajar su bandera estando en uno de estos países, etc.
Estos países mantienen políticas que defienden la Sharía o Ley Islámica y son claramente ultraconservadoras, y son políticas apoyadas por aplastantes mayorías. Lo curioso es que cuando estas mismas personas musulmanas llegan a España, -tras conseguir la nacionalidad con facilidad y poder votar-, votan por abrumadora mayoría al PSOE, hasta en un 85%, y lo mismo ocurre en Francia, Alemania, etc… En principio, parece muy esperanzadora la integración de nuestros vecinos.
Llegan a España y se hacen progresistas, socialdemócratas de izquierdas, pero en esta última década hemos evidenciado que era tan solo un espejismo, un trampantojo. Hemos podido ver en toda Europa que, cuando los musulmanes llegan a organizarse políticamente, crean sus propios partidos “siempre islamistas”, e inmediatamente dejan de votar al PSOE y vuelven a ser ultraconservadores.
Así el PSOE no es una adaptación o destino, no es que los musulmanes hayan visto la luz al llegar a la sacrosanta democracia. El PSOE solo ha sido un partido “puente” durante unos años hasta que ellos han conseguido organizar su partido Islamista.
Sociológicamente es de lo más interesante, una persona cuando es de izquierdas o derechas lo suele ser toda la vida, la ideología política es una condición que se suele mantener muy estable en la vida. Pero en este caso, vemos que masivamente, nuestros vecinos musulmanes son de ultraderecha y defienden la Sharía, después, al llegar a Europa y tras nacionalizarse, votan a las izquierdas progresistas, y tras esto, cuando ya han conseguido crear un partido islamista, vuelven a ser de ultraderecha.