I. Piñuel (psicólogo): Todo el mundo vive aterrado y eso facilita la manipulación en masa
Olivia Alonso/EFE
«El miedo es el protagonista de nuestra época: todo el mundo vive aterrado y angustiado, lo que facilita la manipulación en masa de la población», según advierte Iñaki Piñuel, quien en sus 30 años como psicólogo clínico ha tratado cientos de casos de abusos, acosos y relaciones tóxicas.
Piñuel acaba de publicar «Libertad Zero» (La Esfera de los libros) para ayudar a quienes tienen dificultad «para liberarse», especialmente cuando se han quedado «detenidos, congelados o fijados» por situaciones traumáticas.
En una entrevista con EFE explica que este manual es un compendio de los más de 20 libros que ha escrito sobre relaciones familiares, de pareja y laborales, en las que, a veces, irrumpen los psicópatas integrados; es decir, personas encantadoras y seductoras, con una imagen social impecable tras las que se ocultan «los peores depredadores conocidos».
UN MANUAL DE LIBERACIÓN INTERIOR
«Cuando alguien llega a la vida adulta con temas no resueltos es carne de cañón de muchas cosas: del ‘amor zero’, de ‘mobbing’, de abusos, de engaños, y de manipulaciones del poder político o de los que dirigen la máquina psicopática», según el experto, que asegura que la mayoría de las personas «va por la vida sobreviviendo».
Por ello ha estructurado «Libertad Zero» en capítulos (envidia, resentimiento, miedo, poder, etc) sobre las principales «fuentes de peligros» de las que hay que liberarse para crear «la mejor versión de uno mismo». Eso sí, alerta el psicoterapeuta, hay que hacerlo «lejos del buenismo de esta época» centrado en buenas intenciones, optando por una respuesta activa.
VIVIR CON MIEDO ES VIVIR A MEDIAS
Detalla Piñuel que vivir con miedo «es vivir a medias», por que la persona invierte gran parte de su energía psíquica en defenderse de cosas que la mayoría de las veces no han ocurrido ni ocurrirán.
Se refiere a miedo al infortunio, al paro, a la enfermedad, o la muerte; situaciones por las que una persona se encierra en sí misma y se convierte en altamente manipulable.
Y dice que esto sucede porque esta persona «comprará automaticamente» todo lo que la libere del miedo real o la dé seguridad: «Por eso, donde se diseñan operaciones psicológicas a escala global o cosas más pequeñas, como pueden ser las campañas de publicidad, se dedican a inocular paulatina, progresiva e insidiosamente el miedo».
ROMPER CON LOS VÍNCULOS TÓXICOS
Como en textos anteriores, Piñuel desenmascara a los psicópatas integrados con los que convivimos y que cifra entre un 12 ó 13 % de la población. «Son psicópatas puros, de pata negra, que, obviamente no son Aníbal el Caníbal, sino que pertenecen a la triada oscura de las personalidades psicopáticas».
Según el psicólogo es una definición de «hace apenas 18 ó 20 años» que engloba a los narcisistas malignos, a las personalidades maquiavélicas y a los psicópatas integrales, a los que la sociedad actual ofrece poderes de expansión y de alcanzar posiciones de poder de dominio desde las que ejercen la depredación es masiva».
Carecen de empatía y emociones, lo que explica su capacidad de manipulación y utilización de las personas para satisfacer sus propios deseos, sin presentar remordimiento o sentimiento de culpa por las barbaridades, atrocidades o fraudes que cometen.
LOS PSICÓPATAS SON CONSCIENTES
«Ellos saben que no son como nosotros, aunque no todos conocen la palabra psicópata. Descubren muy pronto que no tienen emoción, que no tienen culpa y que pueden manipular a los demás», subraya Piñuel.
Señala que aunque «tienen una consciencia plena de que lo que hacen está mal, no tienen ninguna «consciencia moral que les impida actuar de esa manera» y destaca que «lo dramático» es que con el tiempo van refinando su capacidad y su maestría «en el arte de depredar al otro».
AMORES CON PSICÓPATAS
Cuando un psicópata pone su gran capacidad de manipulación, de seducción y de encanto narcisista al servicio de la destrucción en «un vínculo tan íntimo» como es la pareja «el problema es muy serio, quizá el peor por el que un ser humano puede pasar y comparable al impacto emocional a la muerte de un hijo», advierte.
El psicólogo no duda en calificar a las víctimas de estas personas como «las más abandonadas de este mundo, porque ni siquiera saben que lo son».
Esto se debe a que la víctima de una pareja psicópata experimenta dos fuerzas contrapuestas: la que le lleva a escapar de una relación que le destruye, le hace sentirse culpable y avergonzada de sí misma, y la que le mantiene en la manipulación, la hipnosis, «lo que llamaríamos el encantamiento psicopático».
DOCTOR, VEO PSICÓPATAS POR TODAS PARTES
Estima entre uno y dos años el promedio de tiempo necesario para que una víctima de un psicópata se recupere a través de técnicas especializadas en el estrés postraumático, pues considera que no es suficiente con «la vieja y tradicional psicoterapia de contar el problema, porque revictimiza».
«Por eso no funcionan muchas psicoterapias y se puede cronificar un daño postraumático que de lugar a cambios permanentes en la personalidad», y que así como que imposibilite «volver a reanudar una relación de pareja por el miedo absolutamente irresistible a volver a sufrir algo parecido», dice Piñuel.
Eso se debe a que aparece la hipervigilancia, la desconfianza y se ven «psicópatas en todas partes».
VÍCTIMAS DE UNA SOCIEDAD NARCISTA
Piñuel cree que vivimos en sociedad narcisista en la que las redes sociales han contribuido extender un mal social que crea víctimas.
Según el experto, el narcisismo genera la necesidad de eliminar a la persona que pueda hacer sombra al narcisista, que le pueda alcanzar o empatar, y esto es lo que cada vez pasa más a chavales que quieren ser ‘influencers’ o ‘youtubers’, y convertir sus vidas en una novela de ficción y mentira de la que no saben salir porque cada vez necesitan más fama y adoración.
NADIE QUIERE SANACIÓN Y TODOS BUSCAN ALIVIO
Considera Piñuel que existe gran dificultad para ir hasta el final en el proceso de liberación interior, lo que hace que muchas psicoterapias se queden a medias. «Cuando la persona encuentra el alivio que busca, abandona un proceso que debería llegar hasta remover las condiciones estructurales que expliquen las causas profundas de la vulnerabilidad que les lleva a repetir los mismos problemas».
«Muchos quieren quitarse la mera secuela que sufren por abusos, relaciones tóxicas o acosos, pero muy pocos deciden ir hasta el final del proceso de liberarse de todas las cargas».