¿Y si un grupo de narcos se hiciera con la investidura?
¿Imagina el lector que un grupo de narcotraficantes decidiera fundar en España un partido político (o comprarse uno ya existente) y que ese partido, con el apoyo mediático a la carta y grandes medios económicos, se presentara a las elecciones y lograra obtener dos o tres escaños (nada imposible) que terminaran por condicionar la investidura de un candidato a presidente del gobierno?
Item más: ¿Imagina el lector que ese partido de narcotraficantes condicionara su apoyo al candidato a la presidencia a la concesión de una amnistía para todos los narcotraficantes imputados, procesados o condenados en España?
¿Cuánto tiempo tardaría ese hipotético presidente comprado por el narco en ser “uno de los suyos”? En el mismo momento en que aceptara la amnistía del narco a cambio de sus votos, se estaría convirtiendo en uno de ellos.
La analogía con lo que esta pasando en nuestro país no es demasiado difícil de realizar.
Pedro Sánchez amnistía a 4.000 delincuentes a cambio del apoyo de sus representantes. Rompe el Estado de Derecho; destruye la división de poderes; viola la Constitución; mata la democracia; se cisca en la Unión Europea; enfrenta a los españoles entre sí; destruye la nación española. Sí: estamos ante uno de esos grandes agujeros negros de la historia de España.
Y mientras, eso sí, podemos dedicarnos a hacer el juego a esos más de 4.000 delincuentes y a todos sus cómplices centrando el debate en unos animales encapuchados que revientan las manifestaciones pacíficas y legítimas de los españoles. Mirar el dedo que señala la luna no es lo más eficaz que podemos hacer en este momento crítico de España. Esos descerebrados con capucha son un peligro, claro, y deben ser expulsados detenidos (curiosamente, casi nunca los son) pero el peligro es Pedro Sanchez Castejón.