El Gobierno español ha decidido retirar la tramitación del techo de gasto en el Congreso de los Diputados debido a la falta de apoyos necesarios para su aprobación. Este techo de gasto, que marca el límite de gasto no financiero del Estado para el próximo ejercicio, es una de las primeras etapas cruciales en el proceso de aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
Así, el Ejecutivo ha sido incapaz hasta ahora de volver a encauzar las relaciones con Junts, las cuales se han visto seriamente dañadas desde las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo. Los nacionalistas pretendían gobernar, pero finalmente el PSC logró imponer a su candidato, Salvador Illa, apartando a Junts y formando un Gobierno de izquierdas con ERC. El último resultado de esta ruptura ha sido la negativa del partido de Puigdemont para votar a favor de los objetivos de estabilidad presupuestaria.
Según fuentes del Ejecutivo, el objetivo sería retrasar la votación para agotar posibilidades, y supuestamente alcanzar un pacto beneficioso para todas las Autonomías y los Ayuntamientos. Esta votación, ahora restrasada, estaba prevista para este jueves. Y con esta ya son cuatro las veces en 2024 que la Cámara Baja debate unos objetivos de estabilidad. Es por esto que en la actualidad siguen vigentes los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023, prorrogados automáticamente el 1 de enero de 2024.
Pérdidas en el margen fiscal
Sin un techo de gasto aprobado, las negociaciones para aprobar los presupuestos se vuelven más inciertas, y el país corre el riesgo de prorrogar los presupuestos del ejercicio anterior. Con esta jugada de Moncloa, se da oxígeno a la negociación y obtienen nuevas oportunidades para dialogar. Por su parte, desde hacienda culpan al PP por su «irresponsabilidad». Afirman que el rechazo a la senda del gasto puede generar un grave perjuicio para CC.AA. y Ayuntamientos.
Se ha calculado que esto se traduciría en casi 12.000 millones de euros menos de margen presupuestarios, en caso de no aprobarse los nuevos objetivos. El Gobierno afea por tanto que este estancamiento podría afectar áreas clave como las políticas sociales, inversiones en infraestructuras y el reparto de los fondos europeos, ya que estos dependen en gran medida de la planificación presupuestaria anual.
Un techo de gasto fijado
El llamado ‘techo de gasto’, o límite de gasto financiero para el Estado español, no es una cuestión que se someta a votación popular. En este caso, el tope del mismo alcanza los 199.171 millones de euros, e incluye los fondos que llegan desde Bruselas.
Además, el techo de gasto incluye una transferencia realizada por las arcas del Estado a la Seguridad Social. Dicho importe, que supera en un 7% al de los Presupuestos de 2023, asciende a 22.881 millones de euros. Además, el déficit de la SS en los próximos tres ejercicios podrá alcanzar el 0,25 por ciento.