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Espionaje ruso en Francia: el Informe Lerner

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Con informaciones de Le Monde, Huffington Post, Le Point y Le Parisien

Nicolás Lerner, director de la DGSI (Dirección General de la Seguridad Interna), declaró el pasado 2 de febrero, ante una comisión parlamentaria que investiga la injerencia política, económica y financiera de potencias extranjeras, que el Kremlin y el espionaje de Moscú están aumentando sus operaciones en Francia y en Europa, sobre todo desde la invasión rusa de Ucrania. “En general, los métodos operativos son mucho más agresivos que hace unos años”, dijo Lerner.

Algunas de las afirmaciones hechas a puerta cerrada ante esa comisión fueron reveladas este 26 de abril por el diario Le Monde. Concretamente: Lerner explicó que, por una parte, varios parlamentarios franceses son objeto prioritario de los espías rusos y, por la otra, que Francia “está particularmente expuesta a intentos de espionaje e interferencia”. “Cuanto más poderoso es un Estado y más dotado de investigación académica dinámica, más expuesto está ese Estado a acciones de espionaje”, explicó el jefe de la contrainteligencia francesa.

Si bien las expulsiones de diplomáticos han reducido la amenaza, Rusia sigue siendo, junto con China, uno de los países “con la política de inteligencia más exitosa”. Lo cual va acompañado de una poderosa “política de información y desinformación”, insistió. Según Lerner, agentes de inteligencia de potencias hostiles, bajo cobertura diplomática, no dudan en abordar a parlamentarios, ante quienes se presentan como el primer o segundo secretario de tal o tal embajada. Los servicios secretos franceses saben que el mundo académico y tecnológico también son el blanco de los agentes rusos y chinos en particular.

El jefe de la DGSI agregó que “varios líderes políticos importantes han […] mantenido en el pasado relaciones clandestinas con agentes de inteligencia”, y que algunos lo han hecho a sabiendas. Una persona abordada puede creer que está hablando con un jefe de empresa o con un diplomático. En esos casos, la DGSI les explica lo que ha detectado al respecto. En otros casos, la persona “trabajada” por un espía puede ser plenamente conscientes de que está hablando con un operador extranjero.

Nicolas Lerner citó el caso de parlamentarios franceses que aceptaron en 2018 una invitación de Moscú para ir al Donbass (territorio de Ucrania que Rusia pretende anexar por la fuerza) para validar como “observadores” una elección ilegal. El eurodiputado Thierry Mariani, miembro del partido de extrema derecha Reunión Nacional (RN), se prestó a esa farsa, junto con exdiputados del partido Los Republicanos (LR) como Nicolas Dhuicq o Michel Voisin, informó Le Monde.

Para el director Lerner, “aceptar servir como aval en un proceso falsamente democrático y no transparente equivale a traspasar un umbral en términos de lealtad”. “Varios parlamentarios y exparlamentarios europeos se han comportado recientemente de esa manera, y algunos funcionarios electos han mantenido claramente relaciones clandestinas con los servicios de inteligencia extranjeros”, reiteró el director de la DGSI.

El diario Le Parisien indicó que dos investigaciones están en curso en Francia desde 2021 por sospechas de corrupción y tráfico de influencias, por un lado, y abuso de confianza y lavado de dineros, por el otro, contra la asociación Diálogo Franco-Ruso, copresidida por Thierry Mariani e Yves Pozzo di Borgo. exsenador centrista.

El director Lerner explicó que sus servicios tienen contacto regular con los parlamentarios, “a petición de ellos o por iniciativa nuestra”.  “Si es necesario, llevamos a cabo acciones de sensibilización, para hacerles saber con quién están tratando”. Después, los parlamentarios quedan libres de mantener o no esos contactos “siempre y cuando no violen la ley”.

 La citada comisión de investigación fue creada por iniciativa del grupo Reunión Nacional (RN), en diciembre de 2022, para intentar anular las acusaciones contra el RN de ser un agente de influencia de Rusia en Francia. Esa comisión está presidida por Jean-Philippe Tanguy (RN). Constance Le Grip (Partido Renacimiento, liderado por Emmanuel Macron, el actual presidente de la República Francesa) es la ponente.

La DGSI ha tomado iniciativas idénticas respecto de miembros de gabinetes ministeriales y consejeros regionales y departamentales pues sobre ellos también existen maniobras de acercamiento de espías hostiles. Los teléfonos y computadores de algunos de ellos son “escuchados” por esos operadores. Lerner indicó que los diputados locales son interesantes para los rusos pues están en “posibilidad de tomar decisiones de tipo económico y financiero que pueden comprometer una parte de la soberanía nacional”.

Jean-Philippe Tanguy le preguntó a Nicolas Lerner sobre las acusaciones según las cuales Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon, del partido Los Insumisos, de extrema izquierda, serían “voceros” de Rusia y de Venezuela. En 2014, el RN recibió un préstamo de nueve millones de euros de un banco ruso. Durante la campaña presidencial de 2022, Emmanuel Macron le lanzó a Marine Le Pen: “Usted depende del poder ruso (…) Cuando usted habla con su banquero habla con Rusia”. Por su parte, Mélenchon pide el levantamiento de las sanciones internacionales contra Rusia. El 1 de marzo de 2022 estimó que la entrega de armas de la Unión Europea a Ucrania “no es una respuesta adecuada”. “Esa decisión nos convertiría en co-beligerantes” exclamó. “¿Cuándo decidió eso nuestra Asamblea Nacional?», se preguntó Mélenchon en medio de las burlas de los parlamentarios. Y continuó: “Dirigir esas armas desde Polonia, tierra de la OTAN, ¿no es ponerse a merced de todas las partes del conflicto?”. El admirador de Chávez criticó igualmente la decisión internacional de excluir a Rusia del sistema de transacciones financieras Swift. El director Lerner se limitó a responder que si bien “ninguna estructura [partidaria] está en manos de un país extranjero”, varios “políticos destacados han […] mantenido relaciones clandestinas con agentes de inteligencia en el pasado”, y lo han hecho a sabiendas.

El 18 de junio de 2020, el Parlamento Europeo también creó un comité especial para estudiar la injerencia extranjera en los asuntos europeos. El eurodiputado Raphael Glucksmann, uno de sus iniciadores, asumió la presidencia. Él explicó que la injerencia de las llamadas potencias hostiles es un tema complicado que adopta diversas formas: injerencia en los procesos electorales, desinformación, espionaje, ataques informáticos, apoyo financiero directo e indirecto a los partidos y lideres disidentes y hasta amenazas híbridas como el refuerzo de las redes migratorias ilegales con el objetivo de desestabilizar un país. Esa comisión también analiza la práctica de la influencia político-cultural de esas potencias hostiles, lo que se conoce también como “soft power” (poder blando).

François Fillon será audicionado hoy

La comisión de investigación sobre injerencias extranjeras escuchará hoy 2 de mayo al ex primer ministro François Fillon, quien desde diciembre de 2021 formó parte de dos juntas directivas de empresas gigantes rusas, como Sibur (petroquímica) y Zarubeshneft (hidrocarburos). Fillon renunció a esos cargos después de la invasión de Rusia a Ucrania, pero la víspera había deplorado “el rechazo de los occidentales a escuchar las reivindicaciones de Moscú sobre la OTAN”. El será escuchado hoy sobre sus vínculos con Moscú. Fillon no es el primer exdirigente gubernamental europeo que encontró “chanfaina” en Rusia al final de su carrera política. Siete ex primeros ministros europeos han puesto sus competencias al servicio de intereses rusos y chinos.  

El caso más escandaloso es el del excanciller socialdemócrata alemán Gerhard Schröder, 78 años, amigo de vieja data de Putin. Schröder participó en la dirección de Rosneft, el mayor grupo petrolero ruso, y en la dirección del gasoducto Nord Stream 2. Varios líderes de su partido, el SPD, pidieron que le retiraran los privilegios que tiene como excanciller, como varias oficinas y un equipo de auxiliares en el parlamento alemán. La diputada liberal Marie-Agnes Strack-Zimmermann, acusó a Schröder de “perjudicar a Alemania” y de recibir altos honorarios “de manos de un autócrata”. En mayo de 2022, el Bundestag le retiró a excanciller algunos de esos privilegios, pero permitió que siga recibiendo su pensión de jubilación y un equipo de seguridad. El SPD no lo ha expulsado aun de sus filas. Schröder, quien aspira ahora a ingresar al consejo directivo de Gazprom, había respaldado la decisión de Putin de concentrar miles de soldados rusos en la frontera con Ucrania, antes de la invasión del 24 de febrero de 2022. Y, tras la agresión a Ucrania, dijo a la revista Stern, el 3 de agosto, que era “aberrante” la idea de que Ucrania recupere Crimea, invadida por Rusia desde 2014.

Según Le Monde, la historia del espionaje durante la Guerra Fría es rica en casos de traición cometidos por personajes del mundo político. Al contrario de lo que muchos creen, la caída del Muro de Berlín y el fin de un mundo bipolar, dividido entre Estados Unidos y la URSS, no acabaron con este tipo de injerencias. “Desde que estoy a cargo de este servicio [2018], hemos detectado esfuerzos de ciertos agentes de inteligencia rusos bajo cobertura diplomática para hacer acercamientos dirigidos a todo el espectro político”, resumió Lerner.

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