Íñigo Errejón, una de las figuras más relevantes del comunismo en España hasta el momento, ha anunciado que dimite y renuncia al escaño en el Congreso y se retira de la política, decisión que se produce en medio de nuevas acusaciones en su contra. Tras hacer público su retiro alegando razones de salud personal y la necesidad de tomarse un descanso, ahora se enfrenta a acusaciones de violencia machista, que han sido difundidas en redes sociales y han generado un notable revuelo.
Sumar, el partido del que Errejón es portavoz, ha tomado cartas en el asunto y ha anunciado que investigará las acusaciones con el máximo rigor. Según un comunicado, la formación política reitera su compromiso con una sociedad feminista, asegurando que todas las denuncias serán tratadas con seriedad. Este anuncio llega en un momento crítico, pues la noticia de su retiro ya había sacudido el panorama político, al tratarse de una de las voces más influyentes dentro del espacio progresista.
La renuncia de Errejón no solo implica su salida de la vida política, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de su formación, Más País, y el rol que este partido jugará dentro de la coalición Sumar. La política de Errejón, que inicialmente abogaba por una transformación social basada en el feminismo, ha quedado ensombrecida por estas recientes acusaciones. El líder, que mencionó su salud y bienestar como razones para retirarse, enfrenta ahora una prueba aún mayor.
Las acusaciones de violencia machista han puesto a Sumar en una situación delicada, obligándoles a tomar una postura firme ante un tema que afecta los principios centrales del partido. Dimite y con la investigación en marcha, la figura de Errejón y su legado en la política española quedan bajo un escrutinio más severo que nunca. La forma en que se resuelva esta situación será clave para el futuro de su partido y del movimiento que ayudó a construir.