Morante marcó la cima de una feria histórica, por llenos, triunfos y bravura

Por Paco Aguado/EFE

La memorable actuación de Morante de la Puebla la tarde del 26 de abril, premiada con un rabo, fue la cima de la recién finalizada feria de Sevilla de 2023, que resultó histórica por los resultados artísticos, por la abundancia de toros de gran juego y por una masiva asistencia de público.

Hacía muchos años que la capital andaluza no vivía un abono tan intenso y triunfal como este, en el que la muy preciada Puerta del Príncipe se abrió hasta en cuatro ocasiones, para dar salida a Morante de la Puebla, Roca Rey, Tomás Rufo y el rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza.

Pero ellos no fueron los únicos protagonistas de un abono en el que se han cortado un total de 31 orejas y un rabo, gracias especialmente al alto número de toros de gran juego que salieron al ruedo maestrante, hasta el punto de que también fueron cuatro los premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre.

«Príncipe», de El Parralejo, «Patatero, de Victorino Martín, «Filósofo», de García Jiménez, y «Ligerito», de Domingo Hernández, que se fue al desolladero sin el rabo, fueron esas cuatro estrellas del brillante capítulo ganadero de la feria, en el que como encierros más destacados, con hasta cuatro toros de triunfo en cada uno, fungen los de las divisas de Victorino Martín y Jandilla.

E incluso entre las corridas más descastadas o de menos juego, en una serie de trapío muy desigual, también saltaron algunos ejemplares sueltos de calidad, como en las dos de Núñez del Cuvillo y Domingo Hernández, además del bravo «miura» de la tarde del cierre.

Otra de las notas más llamativas del balance taurino abrileño, y que habla de la recuperada salud de la tauromaquia tras la pandemia, fue la masiva asitencia de público a los tendidos de la Maestranza, que registró cuatro «no hay billetes» y hasta cinco llenos totales, para, entre los quince festejos de la feria, ofrecer una media aproximada de un 85 por ciento de ocupación.

Tres de esos ansiados carteles de «no hay billetes» los colocó en las taquillas el anuncio del peruano Roca Rey, el torero de más tirón popular del momento y que justificó su primacía paseando cinco orejas en Sevilla, tres de ellas para poder abrir, entre un ambiente populista, la primera Puerta del Príncipe de su carrera.

Con todo, Roca dejó su huella en la Maestranza en una feria que llevará para siempre el nombre de Morante de la Puebla, que hizo una faena antológica -como guinda de tres actuaciones soberbias- premiada con ese rabo que no se cortaba en la Maestranza desde hace 52 años y que antes solo diez toreros habían paseado antes por ese anillo.

El gran artista sevillano, cuyo balance estadístico fue de cinco orejas y ese histórico rabo, cuajó tres tardes memorables, en tanto que, siempre muy por encima de la condición de sus lotes, su manera de torear de capote y muleta fue siempre una lección magistral y un compendio de la más honda y clásica tauromaquia.

Pero en lo más alto del podium del abono hay que incluir también a Daniel Luque, que se llevó tres trofeos de ley tras sus dos paseíllos y dejó en el albero la apabullante evidencia del gran momento por el que atraviesa, al igual que Manuel Escribano, que le cortó otros dos al «victorino» de más clase y uno más, de mucho peso, del unico bravo de los «miuras».

Claro que, para alcanzar tan alto número de trofeos, en varias tardes reinó en la Maestranza un declarado triunfalismo al que se sumaron algunos generosos presidentes, y fue así como no se ajustaron a los méritos reales de las faenas las segundas orejas que pasearon El Juli, Emilio de Justo, Tomás Rufo -éste para conseguir una injustificada salida a hombros- y Ginés Marín.

Y también hubo lugar para muy buenos momentos de toreo de capa de Juan Ortega y para triunfos menores de Álvaro Lorenzo, el reaparecido El Cid y Alejandro Talavante, al que hay que incluir, pese a todo, y junto a un difuminado José María Manzanares en el capítulo de las decepciones de un abono en el que otra de las buenas noticias fue que no hubo necesidad de abrir la enfermería.