Petro rechaza vestir frac «porque tiene que ver con élites y antidemocracia»
Petro se aloja en el Palacio de El Pardo, construido por el emperador Carlos I (el del supuesto yugo español) y luego residencia del General Franco durante cuarenta años; se desplaza en un Rolls Royce utilizado por el propio Franco y por Juan Carlos I, y acude a cenar al Palacio Real, uno de los más lujosos e imponentes de Europa. Nada de eso le pareció elitista al viejo guerrillero del M19, pero sí la etiqueta de la noche de gala que el rey anfitrión le ofrecía a del y a su esposa.
Como Petro, ningún varón de la delegación colombiana que le acompaña en su visita de Estado a Madrid portó el traje de máxima etiqueta, reservada para eventos de gala, como la de anoche.
“No me siento cómodo ni con la corbata, ni el frac (…). Es un símbolo que tiene que ver con élites, con la antidemocracia. Yo no me voy a poner eso», arguyó el mandatario colombiano en una entrevista con W Radio de Colombia tras su llegada a Madrid para justificar su negativa a cumplir el código de vestimenta de las cenas de gala en el Palacio Real.
Petro, de 63 años, llevó un traje oscuro y corbata y portó la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica (la de los yugos) concedida por el Gobierno español, con motivo de su visita.
El rey, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y las demás autoridades españolas sí llevaron frac, con la chaqueta, el chaleco y la pajarita que lo caracterizan.
En el caso de las mujeres, el protocolo para la cena fue vestido largo y, como es habitual en este tipo de evento, la reina lució una tiara de brillantes. A la mujer de Petro no le pareció antidemocrático vestir un vestido largo para la ocasión.
En el Comedor de Gala, en torno a la mesa imperial (que tampoco le pareció antidemocrática) se sentó Petro con unos 110 invitados.
De menú, elaborado por el Celler de Can Roca (uno de los restaurantes más caros y lujosos del país) que tampoco le pareció elitista al viejo guerrillero, y que devoró, ha consistido en ensalada verde; lubina con sabores del Mediterráneo y, de postre, haba de cacao.Todos ello regado con excelentes vinos e inmejorable champan.
Con motivo de la visita, los reyes han regalado a Petro y su esposa un juego de tres candelabros de cristal de La Granja, un marco de plata con una fotografía de don Felipe y doña Letizia y una lámina titulada «Los tejados de Madrid».
El matrimonio colombiano ha obsequiado al rey con un sombrero vueltiao típico colombiano, un libro de los parques naturales del país andino y unos gemelos; a la reina, unas joyas de esmeraldas y una bandeja; y a la princesa Leonor y a la infanta Sofía, dos mochilas indígenas.