Morante, con un lote dispar de comportamiento, dejó un bonito saludo capotero ante el que abrió plaza, toreando con aplomo a la verónica. Tras brindar al púbico, el diestro se ayudó por alto antes de intentar enjaretar una faena que tuvo dos series de envergadura con la diestra. El toro, noble y justo, fue a menos, impidiendo mayor proyección de una labor de preciosos detalles aislados.
Ante el cuarto, el torero tuvo pocas opciones ante un animal que se apagó enseguida, por lo que Morante optó por abreviar.
Juan Ortega, con el peor lote de la tarde, poco pudo hacer ante sus dos enemigos. Aprovechó su turno de quites ante el primero de Morante para dejar dos coquetas verónicas y una media.
Con su primero, un toro abanto y distraído que no quiso pelea alguna, apenas pudo pasar de voluntarioso el sevillano; tampoco pudo hacer mucho más con el manso y muy deslucido sobrero que salió en quinto lugar.
Roca Rey, con el mejor lote, desorejó al primero al que se enfrentó, toreando con mando de principio a fin. Con la capa dejó un ramillete de verónicas, ejecutadas con temple y armonía. Brindó a José María Montilla, decano de los matadores cordobeses, para llevar a cabo una faena de mucho ímpetu, toreando con largura y ligazón, aunque sin acabar de explotar del todo.
Faena muy del corte del peruano, rematada en la distancia corta y consolidada con rango con la espada. Dos orejas.
Una apéndice obtuvo ante el último, con el que no se amoldó con la capa. Tras brindar al público, hilvanó series sobre ambas manos toreando en largo desde la media distancia y con mayor profundidad. Faena en la media altura que también se remató en los terrenos más cercanos y en los medios. Oreja.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros pertenecientes a los hierros de Domingo Hernández y Garcigrande, el quinto como sobrero, aceptables de presencia y de juego dispar. Destacó el tercero.
Morante de la Puebla, de negro y plata: pinchazo y media tendida (ovación); dos estocadas y descabello (silencio).
Juan Ortega, de celeste y oro: tres pinchazos (silencio); dos pinchazos y estocada (silencio).
Roca Rey, de grana y oro: estocada (dos orejas); estocada (oreja).
La plaza registró tres cuartos de entrada en los tendidos.