Claudia Sheinbaum se ha convertido en la primera mujer en asumir la presidencia de México. Tras la ceremonia de toma de posesión, reafirmó su compromiso con la ‘Cuarta Transformación’, el proyecto político iniciado por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Este era conocido por tener un perfil menos prudente, y se le acusó de ser un político populista y paternalista con las mujeres. También se ha comprometido a afrontar los retos endémicos de la sociedad mexicana. Estos son muy profundos y dañinos, destacando entre ellos el narcotráfico y la inseguridad, especialmente para las mujeres.
La hoy presidenta se imponía en las primarias del partido Morena. Acto seguido, y ya siendo candidata, Sheinbaum vencía con facilidad las elecciones presidenciales de México de julio. Así, unas horas antes de tomar posesión, afirmaba: «Estoy lista, estoy fuerte, está listo el pueblo de México para iniciar la segunda etapa de la ‘Cuarta Transformación’ de la vida pública de México». Con respecto a su predecesor, Manuel Andrés López Obrador, Sheinbaum comentaba que «está entre los grandes». Además, aseguraba que «es el mejor presidente que ha tenido este país».
Prioridades del gobierno de Sheinbaum
Entre los principales retos para el ejecutivo de la nueva presidenta, se encuentran las reformas de seguridad y del poder judicial, ya aprobadas. La primera es controvertida, porque dicta que la Guardia Nacional pasa a depender ahora del Ministerio de Defensa. La última es conocida por la temeridad de que recoge la elección popular de jueces y magistrados.
Y en el aspecto económico, Sheinbaum es igualmente continuista. Pretende seguir con el llamado ‘modelo humanista’ de las políticas públicas, desarrollar programas sociales para que lleguen al grueso de la ciudadanía, o construir un nuevo centenar de parques industriales. También ha anunciado un plan para relocalizar los principales sectores del país. La misma también ha prometido continuar con las reformas educativas y de salud.