El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firma una orden ejecutiva para imponer sanciones a altos cargos de la Corte Penal Internacional (CPI). Se trata de una respuesta del republicano a la orden de detención que el organismo dictaminaba contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y contra su ex ministro de Defensa, Yoav Gallant.
En el documento, Trump expresa que «la Corte Penal Internacional ha impuesto, sin fundamento legítimo, su jurisdicción sobre personal de Estados Unidos y alguno de sus aliados e iniciado investigaciones al respecto, incluyendo a Israel, y ha abusado aún más de su poder emitiendo órdenes de arresto infundadas contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el ex ministro de Defensa Yoav Gallant».
«Un peligroso precedente»
El documento también expresa que «las recientes acciones de LA CPI» contra Washington y su socio «sientan un peligroso precedente». Esto, porque «ponen en peligro» al personal estadounidense tanto activo como inactivo, incluyendo a miembros de las Fuerzas Armadas, ya que les expondría a «hostigamiento, abuso y posibles detenciones».
«Esta conducta maligna amenaza a su vez con infringir la soberanía de Estados Unidos y socava la labor crítica del Gobierno de Unidos, así como de nuestros aliados, incluido Israel, en materia de seguridad nacional y política exterior, prosigue Trump por escrito».
Trump también aprovechaba para recordar que la CPI no cuenta con jurisdicción sobre Estados Unidos ni Israel, pues ninguno de los países pertenece al Club de Roma. Pero en la orden ejecutiva se recalca que «ambas naciones son democracias prósperas, con ejércitos que se adhieren estrictamente a las leyes de la guerra».