En un movimiento estratégico preeminente, Vox ha reforzado su posición sobre la inmigración ilegal en España, situándola en el centro de su agenda política en consonancia con el actual ciclo electoral. La portavoz del partido en el Congreso, Pepa Millán, recientemente declaró que España se enfrenta a una «situación límite» debido a la inmigración ilegal, subrayando la gravedad del asunto en medio de las campañas electorales en Cataluña y Europa.
Con los ojos puestos en recuperar terreno después de contratiempos recientes, Vox ha dirigido sus esperanzas hacia estas elecciones, otorgando una especial importancia a Cataluña. Ignacio Garriga, candidato del partido en la región, ha delineado una estrategia meticulosa que se centra principalmente en cuestiones locales, adaptándose al contexto específico de la comunidad catalana.
Aunque la cuestión de la amnistía para inmigrantes indocumentados sigue siendo parte del discurso de Vox, se ha colocado en un plano secundario en comparación con lo que el partido considera los «problemas reales de la gente». Esta táctica busca reflejar una sensibilidad hacia las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos, al tiempo que mantiene un enfoque en la seguridad y el control fronterizo como temas primordiales.
El partido ha desplegado una campaña vigorosa, utilizando eslóganes impactantes como «¿Delincuentes en tu barrio? ¡Nosotros tenemos su billete de vuelta!», vinculando la inmigración con la inseguridad en Cataluña. Esta estrategia busca resonar con los votantes preocupados por cuestiones de seguridad y orden público, presentando a Vox como una alternativa decidida a abordar tales desafíos.
Además, Vox ha buscado influir en el debate político mediante la presentación de propuestas legislativas en el Congreso, el Senado y los parlamentos autonómicos donde tienen representación, con el objetivo de contrarrestar lo que consideran un «fraude» en la regularización masiva de inmigrantes. A pesar de las posibles limitaciones en cuanto al éxito de estas iniciativas, el partido ha destacado su papel como único contrapeso a favor de políticas migratorias más restrictivas.
En última instancia, el enfoque renovado de Vox en la inmigración ilegal durante este ciclo electoral sugiere una estrategia calculada para capitalizar las preocupaciones de seguridad y orden público en un momento crucial para la política española. Con Cataluña como un campo de batalla clave, el partido espera ganar terreno y consolidar su posición como un actor influyente en el escenario político nacional.