Una delegación de la secretaría general de VOX se ha reunido este jueves con los cinco diputados del parlamento balear que anunciaron la expulsión de su grupo parlamentario de Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras
Tras unas semanas de turbulencias en las Islas Baleares que han amenazado la estabilidad del Parlamento regional, así como del pacto de Gobierno con el Partido Popular, VOX ha logrado solucionar su crisis interna sin daños colaterales graves.
La propia formación ha expresado en un comunicado que «con voluntad de entendimiento, y velando sobre todo por la estabilidad de un gobierno que se ha comprometido con VOX a trabajar por la libertad lingüística en las islas, todas las partes afectadas han solucionado distintos malos entendidos e informaciones distorsionadas y han acordado seguir trabajando unidos para cumplir, no sólo con el compromiso adquirido con los votantes de VOX, sino también con las numerosas medidas todavía sin desarrollar que mejorarán la vida de todos los ciudadanos de Baleares».
La Dirección nacional del partido da por cerrada así, la crisis balear, e insiste en que continua «centrada en la labor de representación y cumplimento de los compromisos con los millones de españoles que han confiado en VOX. La misma preocupación que, una vez solucionado el problema, ocupa ahora a los diputados de VOX en Baleares».
Esta noticia llega tras conocerse ayer miércoles que los letrados de la cámara frenaban el golpe de los díscolos de Vox y no avalaban el cese de Gabriel Le Senne, actual presidente de la cámara.
¿De dónde venía esta crisis?
Todo comenzó dos días después de la Asamblea Extraordinaria celebrada por VOX el pasado 27 de enero: el lunes 29 de enero el Parlament amanecía con una bomba informativa. Cinco diputados de VOX presentaban ante la Mesa del Parlament un escrito solicitando la expulsión a dos de sus compañeros sin preaviso ni causa del grupo parlamentario VOX –Patricia de las Heras, líder de VOX en las islas, y Gabriel Le Senne, presidente del Parlament- cesándolos así de todas sus funciones dentro del órgano legislativo. Esto implicaba, entre otras cosas, el cese de la segunda autoridad de la Comunidad Autónoma, Le Senne, elegido presidente gracias al acuerdo de Gobierno logrado en las islas entre el PP de Marga Prohens y VOX.
En otras palabras, lo ocurrido hace ya dos semanas no era más que un golpe sobre la mesa de un grupo parlamentario rebelde, expulsando a los diputados afines a la dirección nacional del partido, tras meses de desencuentros entre la dirección del Grupo Parlamentario, que dirige Idoia Ribas, y los dos diputados expulsados.
Automáticamente, Ignacio Garriga, Secretario General de VOX, anunciaba la expulsión de VOX de los cinco diputados díscolos en Baleares. Pero el Parlament quedaba aún así en una situación totalmente incierta.
La portavoz de Vox en el Parlament y supuesta cabecilla del golpe, Idoia Ribas, justificaba la expulsión de la diputada y presidenta del partido, de las Heras, y del presidente del Parlament Le Senne, por «circunstancias internas de este grupo y para conseguir la mejor unidad posible».
Sin embargo, el giro inesperado se dio días después cuando se pidió a la Mesa un informe de los letrados de la Cámara sobre la expulsión de los diputados de VOX: los letrados que, precisamente, han declarado nula por defectos formales no subsanables una de las decisiones con las que hace diez días dinamitaron la estabilidad parlamentaria.