VOX ha decidido dar por rotos los acuerdos de gobierno regional con el Partido Popular en las cinco comunidades donde ambas formaciones co-gobiernan. La ruptura se debe a la reciente decisión del PP, liderado por Alberto Núñez Feijóo, de aceptar el reparto de 400 menores extranjeros no acompañados (MENAs) a diferentes comunidades autónomas, desatendiendo el ultimátum emitido por Vox.
En un comunicado oficial, VOX ha anunciado la convocatoria urgente de su Comité Ejecutivo Nacional este jueves para «acordar los siguientes pasos» tras lo que consideran una traición a los pactos establecidos. La formación liderada por Santiago Abascal ha calificado la decisión del PP como un nuevo pacto del bipartidismo, señalando que esta medida se acordó en la conferencia sectorial de Tenerife, convocada en respuesta al colapso migratorio que sufren las Islas Canarias.
«Tras entregar el CGPJ, RTVE, la Junta Electoral Central o aliarse en Europa contra los intereses de los españoles, el PP llega a un nuevo acuerdo con el PSOE y confirma dónde y con quién quiere estar», criticó Vox en su nota. Esta declaración refleja el malestar creciente dentro del partido de Abascal hacia lo que perciben como una serie de concesiones del PP que contravienen sus principios y compromisos.
En los días previos, destacados dirigentes autonómicos de Vox, con Abascal a la cabeza, han emitido reiteradas advertencias al PP sobre la posibilidad de romper los acuerdos si se procedía con la acogida de MENAs provenientes de Canarias y Ceuta. Estos acuerdos regionales, según Vox, incluyen políticas estrictas de control migratorio, las cuales se verían comprometidas con la aceptación de los menores.
Por su parte, el PP ha defendido su postura, argumentando que la situación de emergencia migratoria que enfrentan Canarias y Ceuta requiere de una respuesta solidaria por parte de todas las comunidades autónomas. Feijóo y otros líderes populares han subrayado la necesidad de un enfoque colaborativo y solidario para manejar la crisis, destacando la importancia de distribuir equitativamente la carga entre las regiones.
La ruptura de estos acuerdos regionales marca un punto crítico en la relación entre Vox y el PP, planteando interrogantes sobre la estabilidad política en las comunidades donde ambas formaciones gobiernan juntas. El desarrollo de los próximos días será crucial para determinar cómo se reconfigurará el panorama político regional y cuáles serán los pasos que adoptará Vox en respuesta a lo que consideran una grave traición por parte de sus socios de coalición.