Además de las pérdidas que ocasiona, hay otra cara de las falsificaciones que tienen que asumir las empresas: los gastos de almacenaje y destrucción del material incautado por la Policía. El director general de ANDEMA, Gerard Guiu, explica esta anomalía, que en la mayoría de países de la UE no sucede. El experto insiste en la peligrosidad de las mafias que hay detrás de estas redes de falsificaciones.
