Nuestros niños están en peligro. En medio de un mundo en el que las nuevas tecnologías les han abierto una ventana de oportunidades tremenda vemos a diario cómo esas pantallas son la herramienta perfecta de manipulación y engaño. Los menores de hoy en día son nativos digitales que a menudo desconocen los peligros a los que se enfrentan; riesgos y amenazas que se les escapa a sus propios padres a los que se les intenta arrebatar a diario el derecho innato e inalienable de educar y formar a sus hijos en base a sus valores y creencias. Se han colocado en el centro de la diana de una cultura e imposición woke para moldearlos a su antojo y crear seres que rechacen su identidad en función de las modas y en nombre de unas corrientes que dicen ser progresistas o de vanguardia.
