Hoy en Dando Caña, vemos el aumento de las agresiones de los inmigrantes, esta vez en Alicante a dos policías que iban de paisano.
El aumento de la criminalidad y la delincuencia en España ha generado una fuerte preocupación, como lo demuestra un reciente incidente ocurrido en Alicante el Día de Reyes. En una barriada de la ciudad, dos policías de paisano acudieron a una llamada de emergencia que alertaba de una pelea entre varios individuos armados con armas blancas, aparentemente miembros de familias de origen marroquí.
Al llegar al lugar con un coche equipado con luces luminosas, los agentes trataron de intervenir para calmar la situación. Sin embargo, la disputa entre los participantes rápidamente se desvió hacia los propios policías, quienes se convirtieron en el objetivo de la agresión.
En el intento de reducir a uno de los implicados, los agentes fueron violentamente atacados. Uno de ellos sufrió varias lesiones, incluyendo golpes en la cara, marcas de puñetazos e incluso un intento de asfixia. Durante diez minutos, los policías resistieron hasta que llegó un refuerzo que logró controlar la situación.
Este episodio, según denuncian las asociaciones policiales, refleja el creciente nivel de falta de respeto hacia la policía, que se encuentra cada vez más desprotegida frente a este tipo de agresiones.
El sindicato policial JUPOL ha aprovechado este incidente para reiterar su demanda de que los agentes sean reconocidos como profesionales de riesgo, instando al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y al Ministerio de Trabajo a tomar medidas concretas. Además, JUPOL ha expresado su preocupación por lo que consideran una manipulación en las estadísticas oficiales de criminalidad presentadas por el Ministerio del Interior.
Según estas asociaciones, delitos graves como apuñalamientos que no resultan en muerte se clasifican como simples lesiones, lo que contribuye a maquillar los datos y minimizar la percepción del problema.
En la ciudad de Alicante, los datos oficiales reflejan un aumento alarmante del 115% en los asesinatos, lo que coincide con un incremento de casos de inmigración ilegal en algunos barrios. Recientemente, se detuvo a dos personas que operaban una red de engaño, empadronando ilegalmente a inmigrantes y facilitando así un flujo creciente de población en situación irregular.
Las autoridades y vecinos han señalado que este fenómeno contribuye al aumento de actos delictivos en estas zonas.