Pedro Sánchez anuncia por primera vez la concesión de la amnistía por su propio interés para seguir como presidente del gobierno y para atar los apoyos que necesita de la formación de Carles Puigdemont. El mismo líder socialista que defendía tres días antes de las elecciones que la amnistía era algo inconstitucional y que sus convicciones personales y políticas se lo impedían, ha vuelto a «cambiar de opinión», lo que para él significa mentir y engañar a todos los ciudadanos.
Entonando el «España soy yo», Pedro Sánchez confirma lo que muchos se temían: La amnistía esta hecha, haciendo saltar por los aires la separación de poderes y la desigualdad de los españoles. Lo único que les queda, es ponerle fecha.