En plena tormenta política y judicial, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido desaparecer. Literalmente. Su agenda, completamente vacía. Ningún acto, ninguna comparecencia. Ni siquiera ha asiste a la apertura del Congreso Confederal de Comisiones Obreras, un evento clave para la izquierda sindical que en otras circunstancias habría encabezado con entusiasmo.
Y un evento al que estaba previsto que acudiera. Sánchez, que el martes y miércoles recibió en La Moncloa a sus socios parlamentarios, ha optado este jueves por el silencio. Silencio oficial… mientras el escándalo en torno al llamado caso Koldo y sus derivadas no deja de crecer y de engullir a su entorno más próximo.Los informes de la Guardia Civil no son vagos ni ambiguos. Son contundentes.
Santos Cerdán, hasta hace unos días el hombre de confianza de Sánchez en Ferraz, y José Luis Ábalos, ex ministro, aparecen implicados en adjudicaciones sospechosas, fiestas con mujeres repartidas como si fueran botín, y comisiones millonarias. Todo esto en conversaciones grabadas y transcritas por la UCO.
