Josep María Francàs, analiza la ecología desde una perspectiva científica, desmitificando la idea de que se trata solo de «bichitos y sol». Resalta su complejidad, basada en física, química y matemáticas avanzadas, y le critica la visión excluyente que muchas corrientes actuales tienen del ser humano dentro del ecosistema. Con menciones a figuras como Ramón Margalef, considerado el padre de la ecología española, el discurso plantea una comparación provocadora: el ser humano construyendo rascacielos es tan natural como una hormiga haciendo su hormiguero.
