En su análisis durante el programa Dando Caña de El Toro TV, Julio Ariza no solo abordó la crisis de Venezuela y la influencia del narcotráfico, sino que también hizo mención de la doble moral de algunos países y sus relaciones con dictaduras. Ariza criticó duramente a las potencias europeas por su tratamiento diferenciado entre países como Venezuela y figuras como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. “A Orbán le estás atizando todo el día”, afirmó, refiriéndose a las críticas que el líder húngaro recibe por sus políticas, mientras que, según Ariza, estas mismas naciones miran hacia otro lado cuando se trata de países como China o Cuba.
Además, Ariza vinculó la situación en Venezuela con la influencia del narcotráfico, afirmando que «la vinculación entre el narcotráfico colombiano y el venezolano» es un problema grave. Según Ariza, muchos de los líderes venezolanos están «directamente sometidos a los que mandan de verdad en el mundo del narcotráfico». Este control por parte de los cárteles dificulta encontrar soluciones a los problemas de la región, ya que, como dijo Ariza, «el narcotráfico siempre tiene más dinero para solucionar cualquier problema».
También mencionó la complejidad de la situación en Nicaragua, destacando que, a pesar de ser un país con menos recursos en comparación con Venezuela, la represión y el encarcelamiento de figuras clave como obispos no generan una respuesta internacional contundente. «Nicaragua es una pequeña cosa… pero Venezuela preocupa porque tiene petróleo, oro y una tira de minas de minerales», señaló Ariza.
En cuanto a las grandes corporaciones, Ariza criticó su falta de compromiso con los derechos humanos, sugiriendo que prefieren «la estabilidad de un cambio» antes que «la inestabilidad de un loco» como Maduro. Finalmente, Julio Ariza concluyó que, si bien la situación en Venezuela es preocupante, la inacción de la comunidad internacional ha permitido que la crisis continúe sin una solución clara.