Con la llegada del nuevo gobierno de Pedro Sánchez, se instauran nuevos ministros y ministerios, pero también se vislumbra la polémica ley de amnistía. Este escenario ha llevado a muchos a dirigir su mirada hacia el Congreso de los Diputados, el Senado, o incluso hacia el Parlamento Europeo. Otros, con la intención de desviar la atención, apuntan hacia Ferraz, buscando culpabilizar a aquellos que se manifiestan de manera pacífica y democrática. Sin embargo, pocos centran su atención en el verdadero foco: Suiza.
La razón de este enfoque radica una vez más en Puigdemont y sus amigos separatistas. La conexión de este país con los separatistas es innegable. Puigdemont, prófugo de la justicia, está siendo investigado por presunta financiación ilegal. Tras el fallecimiento del empresario catalán Père Mir, se perdió el rastro de una herencia valuada en 500 millones de euros. Todo apunta a que este dinero estaría financiando la estancia de Puigdemont en Bruselas desde su fuga en 2017. ¿Y dónde podría estar ese dinero? En empresas radicadas en paraísos fiscales como Suiza.
Estas revelaciones se suman a lo ya conocido: Junts exigió reuniones secretas con un mediador internacional en Suiza a cambio de sus votos. Además, este jueves se emitirá un reportaje sobre Marta Rovira, la número dos de Esquerra Republicana, quien también huyó de la justicia española y se refugió en Suiza tras la declaración unilateral de independencia de Cataluña. El reportaje busca blanquear su imagen y presentarla como perseguida por España, todo desde el enclave suizo.
