Una sola imagen puede encapsular tanto la dignidad como la traición en la política. Pedro Sánchez ha añadido una nueva instantánea a su álbum de la vergüenza, pues el PSOE había estado planeando durante un tiempo una reunión que aparentemente tenía un carácter normal dentro de las negociaciones políticas. Sin embargo, todo cambió cuando Pedro Sánchez hizo una declaración sobre una amnistía en nombre del bien de España. En respuesta a sus palabras, enviaron a Santos Cerdán para reunirse con Carles Puigdemont en Bruselas.
Santos Cerdán, el secretario de organización del Partido Socialista, se encontró ayer por la tarde con el líder separatista que se había fugado tras los eventos del 1 de octubre en el Parlamento Europeo. Este evento representa un paso más hacia la investidura de Sánchez, pero también lo ha llevado a ser acusado de traición a España.
En esta reunión también estuvieron presentes otros políticos destacados, como la presidenta de los socialistas en Europa, Irache García Pérez, y el secretario general de Juntos por Cataluña, Jordi Turull. Sin embargo, lo que ha cobrado especial relevancia es otra imagen en la sala, un cuadro que muestra una urna utilizada en el referéndum ilegal del 1 de octubre. Esta instantánea presencial ha sido informada en una nota que, sorprendentemente, calificaba a Carles Puigdemont como presidente, a pesar de ser un líder separatista y prófugo de la justicia.
Estos eventos han provocado un gran debate y controversia, y la investidura de Pedro Sánchez parece estar a punto de llevarse a cabo en cuestión de horas, generando opiniones encontradas en la opinión pública y la política española.
