Los contertulios estallan en un clamor de indignación ante el último bombardeo perpetrado por el Gobierno al Valle de los Caídos, un acto que desata un intenso debate sobre las implicaciones políticas y sociales del mismo. La crítica se ve intensificada por la aparente pasividad de la Iglesia, que, en lugar de alzar la voz ante tan controversial acción, se mantiene en un silencio que no hace, sino alimentar las tensiones.
