Ahora, la nueva excusa del presidente Pedro Sánchez es que existe una campaña de la extrema derecha contra su hermano, el supuesto músico. Sin embargo, lo que realmente molesta al Gobierno no es la crítica política, sino cualquier intento de investigar posibles casos de corrupción en su entorno. En España, el Estado ha dejado de desempeñar su papel como garante del cumplimiento de la ley y la separación de poderes. Mientras tanto, en otros países como Polonia, los mecanismos de control sí funcionan: el Tribunal Constitucional está investigando al actual Gobierno, demostrando que la justicia puede actuar con independencia cuando el sistema no está sometido a intereses partidistas.
