Suecia da marcha atrás: destinará más de 60 millones de euros en comprar libros de texto para apartar de las clases de los más pequeños las tablets, los ordenadores y las pizarras digitales. El Gobierno lo ha decidido así tras ver los desastrosos resultados de los alumnos precisamente por el uso de ellas. A partir de ahora, se priorizará la escritura en papel, la lectura en físico y el examen oral que impida utilizar ChatGPT.
