Begoña Gómez monta el espectáculo en los Juzgados de Plaza de Castilla. Acude con escoltas de su marido, el presidente del Gobierno, y entra por el garaje. Ordena un cordón policial para que los manifestantes no puedan ni siquiera acercarse a la puerta del edificio. El PSOE, por su parte, cierra filas y defiende a capa y espada a Gómez. Sin duda, un caso digno de estudio: para ser la esposa de Pedro Sánchez una ciudadana particular, el Gobierno ha activado toda la maquinaria para lavar su imagen y atacar al juez Peinado
