Tanto la UE como el Gobierno se lanzan al vacío con una transición forzada hacia las energías verdes que afecta directamente a nuestro principal sector: el automovilístico. Sus políticas ponen en juego el empleo de hasta 2 millones de personas.

Tanto la UE como el Gobierno se lanzan al vacío con una transición forzada hacia las energías verdes que afecta directamente a nuestro principal sector: el automovilístico. Sus políticas ponen en juego el empleo de hasta 2 millones de personas.