Financiar una guerra (o a un bando de la misma) no es algo sencillo. No solo por el sacrificio que adquiere un país para poder conseguirlo. También, porque el dinero no es infinito. Y eso es exactamente lo que le parece haber ocurrido a Estados Unidos. Al menos, por el momento. La Casa Blanca ha anunciado que se han quedado sin fondos para apoyar la causa ucraniana. Se pueden conseguir más pero, para hacerlo, deberán convencer a los republicanos de que eso es lo correcto.
Funding a war (or one side of the conflict) is no easy task. Not only because of the sacrifice that a country is subjected to; but also, because money is no infinite. And that’s exactly what seems to have happened to the United States. At least, for now. The White House has announced that they have no money left to support the Ukrainian cause. They can get more but, in order to do so, they shall convince republicans that this is the right move.
