Los mensajes entre Ábalos y Sánchez han desatado la tormenta política y tiene pinta que van a terminar salpicando a muchos miembros del Gobierno socialista. Hemos conocido qué exministro presionó a Calviño para agilizar el rescate de Air Europa. El jurista Mario Garcés ha contado que cuando tenía reuniones con Nadia Calviño, la entonces vicepresidenta económica, les obligaba a dejar los móviles después del despacho. Sorprende esta noticia cuando tenía enemigos dentro de su propio Gobierno.
