El histórico apagón, que dejó a todo el país sin electricidad, ha colapsado ciudades y afectado al transporte y las comunicaciones. Más de 35.000 viajeros quedaron atrapados en trenes, se cancelaron 344 vuelos y hubo evacuaciones en varios puntos del país. La estación de Atocha y los aeropuertos siguen afectados. En el complejo industrial petroquímico de Tarragona, las fábricas activaron los protocolos de emergencia, generando enormes columnas de humo visibles a kilómetros.
