La semana se ha hecho eterna para Sánchez, con la publicación de los wasaps de Ábalos. No hay conspiración, ni filtración interesada de la derecha, ni de la UCO. El propio Ábalos mandó a hacer puñetas la polémica cuando afirmó que él había autorizado la publicación de los mensajes. Lo que está es cuestión es un modelo conductual de gamberrismo que se divierte poniendo motes a los sometidos, que para eso son sometidos. Incluso se abren brechas como cuando Ábalos pasa por los Paradores, como Atila, dejando un rastro de polvo blanco por las suites de Paradores en Sigüenza o en Teruel. Eso es un modelo conductual que, por impropio, que también daña a Sánchez y a la banda del Peugeot, con otro nuevo actor, Santos Cerdán, Secretario de Organización.
