La vuelta al trabajo será más dura de lo habitual por el encarecimiento de los suministros básicos. Mientras que los carburantes encadenan ocho semanas de subidas consecutivas, la alimentación tampoco da tregua, y productos tan básicos como el aceite de oliva son hoy un 80% más caros que hace cinco años. El único respiro que tendremos este mes será la factura de la luz, que tras un agosto al alza ha caído este viernes a los 105 euros.
