Mazón admite errores y a diferencia de Sánchez dará la cara el jueves en el Parlamento valenciano. De dimisiones nada. Si acaso habrá una remodelación de su Gobierno. Sánchez no admite errores en la gestión del Gobierno central y defiende a Teresa Ribera (que aun no ha dado la cara tras la catástrofe), sin admitir errores en la gestión de su ministerio, incluso defendiéndola sin resquicios. Además entre medidas de ayuda nuevas, Sánchez lanzaba una idea: salgan con cacerolas a aplaudir a los servidores públicos, porque -dice- todos somos Estado. Algo que ha caído como si fuera vinagre sobre las heridas de los valencianos.
