El debate sobre el uso del gallego, vasco y catalán en el Congreso de los Diputados ha revelado las flaquezas en de nuestros políticos. Es ridículo ver a un diputado traducido del vasco al español para comunicarse con otro que usa el catalán que también se traducirá al español… ¿Pero y la oposición?. Ayer, Borja Sémper que usó el vasco para dirigirse a Bildu, hoy, una diputada popular, Rosa Quintana, se equivoca y vota con los de Sánchez. Otro caso Casero en el PP. Todo nos devuelve al absurdo y a cuestionarnos con severidad: ¿En manos de quien estamos?
