El ataque con 5.000 cohetes del terrorismo islámico de Hamás sobre Israel huele a que alguien les ha ayudado. La ofensiva nos deja a las puertas de un conflicto cuyas consecuencias nos llevará tiempo concretar. En España, con excepción de la impecable alocución del jefe del Estado, se vuelven a abrir grietas en el Gobierno de coalición. Sumar se alinea con los terroristas y no condena el ataque. Sánchez sí lo hace, pero, a diferencia de otros líderes europeos, no reconoce el derecho de Israel a defenderse.
