Las mentiras tienen las patas cortas. La UCO ha dejado al FGE en pañales ante la opinión pública: borró mensajes, justo el día que el Supremo decidió su imputación. También eliminó su cuenta personal de g-mail con el que pudo efectuarse la filtración interesada de datos del contribuyente pareja de Ayuso. Como dice Borja Sémper del PP, “quién nada teme, nada borra”. García Ortiz mantuvo llamadas a tope la noche de la filtración, incluso le llamó un periodista que tuvo que ver con la publicación de los datos del pareja de Ayuso, González Amador. 20 llamadas la noche clave de la filtración. ¡Menuda actividad fuera del horario laboral! Pero a quien deja de “peripatético” el informe de la UCO es a Pedro Sánchez. Recuerden que Sánchez negó el borrado del móvil del FGE y se preguntaba «¿Quién le va a pedir perdón? «
