Xavier Horcajo ya lo advirtió: no había que fiarse de Sánchez cuando aseguraba que no tenía agendado ningún encuentro con Puigdemont. La foto con el líder de Junts no solo se pactó en el acuerdo de investidura, sino que se programó para el momento en el que Sánchez dejase de ser presidente de turno de la Unión Europea. «¿Qué será lo próximo: ofrecerle a Puigdemont el Falcon para que vuelva a Cataluña como Tarradellas con un “Ja soc aquí!»?», se pregunta el periodista, que apunta a que la corrupción «empieza comprando investiduras» y termina en «Republiquetas»
