Seguro que recuerdan a Pedro Sánchez preguntándose retóricamente ¿Quién va a pedir perdón al Fiscal General Del Estado? Ante la contundencia del auto del Supremo que le llevará a declarar como imputando el día 29, hoy el Gobierno ha demostrado que va con el Fiscal hasta el final, quizá su condena. Ha sido la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría la que se permite poner en duda el trabajo del instructor del Supremo. En primer lugar afirma que no hay pruebas concretas que señalen al Fiscal General como filtrador de los datos del novio de Ayuso. Luego cuando le preguntan por si Presidencia fue un eslabón más del filtrado, en otras palabras si Moncloa se conjuró con la Fiscalía para acabar con Ayuso. Alegría se despacha con que es una pura elucubración, sin base documental. Es mucho porfiar, primero por criticar la labor de un magistrado del Supremo y luego por afirmar cosas que conoce poco y el sumario es el escenario que mejor conoce el instructor. Es más, dice que no hay siquiera indicios. El Gobierno liga su futuro al incierto futuro de Álvaro García Ortiz.
