Que ministros recalen en los territorios ha sido una práctica habitual de los últimos Gobiernos. José María Aznar lo hizo con Jaime Mayor Oreja -que dió el salto de Interior a postularse como lendakari- o con Josep Piqué que pasó de Exteriores a lider de los populares catalanes. Zapatero, por su parte, hizo lo propio con los exministros José Montilla y Juan Fernando Aguilar, que dejaron sus respectivas carteras para encabezar a los socialistas en Cataluña o Canarias. Sánchez ha ido un paso más allá: cinco de sus ministros podrían convertirse en unas semanas en líderes de las federaciones sin renunciar a su puesto en la Moncloa. Se trata de Óscar López, Pilar Alegría, Diana Morant, Ángel Víctor Torres y, ahora, María Jesús Montero.
