Pere Aragonès renuncia a la política. Ese es uno de los titulares que ha dejado la resaca de las elecciones en Cataluña. El ya presidente en funciones de la Generalidad no recogerá su acta de diputado y anuncia que su partido, se mantendrá en todo caso en la oposición de cara a la próxima legislatura. Puigdemont lejos de conformarse con ser segunda fuerza política presiona a Sánchez con presentarse a la investidura en Cataluña. Necesitaría en todo caso del apoyo de ERC y de la CUP y la abstención de Salvador Illa. De no salir elegido presidente queda en el aire si renunciará a la primera línea de la política y si peligrará la legislatura de Sánchez.
