La clave de bóveda del acuerdo, la cuestión de confianza, ¿por qué Sánchez acepta ahora someterse a este examen cuando hace dos semanas lo rechazaba? Este «sí» podría esconder un nuevo engaño. ¿A qué se ha comprometido el PSOE? Unica y exclusivamente a que la mesa del Congreso acepte su tramitación. Esto implicaría reformular la PNL, tras lo cual sería debatida y votada por la Cámara. Sánchez tiene todas las papeletas de perderla si Junts cumple su amenaza y la apoya junto a PP y VOX. Sería un sonoro golpe para Sánchez, más en el momento actual, pero se quedaría en eso. Un varapalo. La Constitución acota la facultad de presentar una cuestión de confianza al presidente del Gobierno previa deliberación del Consejo de ministros. Sánchez ya ha adelantado que no lo ve necesario.
