El anuncio de VOX ha caído como un jarro de agua fría en las seis comunidades donde PP y VOX gobernaban hasta el pasado verano y donde, pese a la salida de los de Abascal, seguía habiendo buena sintonía. En Extremadura y en Valencia los presupuestos estaban ya encarrilados, en Aragón y en Murcia estaban en punto muerto, siendo Castilla y León la única autonomía donde se daban por perdidos. En Baleares el acuerdo saltó ayer por los aires y no por la inmigración sino por otro tema nuclear para VOX: Los de Abascal acusan al PP de incumplir el pacto lingüítico al perpetuar el catalán como lengua vehicular en las islas. La otra autonomía que queda en vilo es la Comunidad Valenciana, donde las cuentas no se votarán hasta 2025 tras ajustarse a las necesidades de la DANA.
Las conversaciones entre PP y VOX quedan en suspenso, en un momento delicado para Mazón en el que VOX se ha mantenido a su lado pese a las peticiones de dimisión.