Es como si a Napoleón 13 de sus generales le hubieran dicho tras la batalla de Waterloo, que debe dimitir. Eso le ha pasado al Fiscal General, Álvaro García Ortiz que su generalato en el Ministerio Público le ha dicho: “¡Qué poca vergüenza!, mejor te marchas”. Esto también es insólito, como casi todo en torno a Alvarito, desde el delito que se imputa, el borrado de su móvil sus mensajes pro relato y su impropia actitud ante el Supremo. En la cadena de lo insólito apunten pocas veces la asociación conservadora y la progresista coinciden en algo, en pedir la dimisión inmediata de Alvarito. La fiscal conservadora Consuelo Madrigal y la progresista María José Segarra coinciden en haber sido además con anterioridad Fiscales Generales del Estado. Por si eso fuera poco otros célebres fiscales como Javier Zaragoza, Fidel Cadena, Javier Huete, Manuel Moix coinciden en el criterio de quitar de en medio el obstáculo que amenaza con llevarse por delante el cuerpo de la Fiscalía.
