El presidente de la Comunidad Valenciana en funciones, se ha aferrado al cargo como un clavo ardiendo e intenta llevar al límite los plazos para retrasar la investidura de Mazón. De esta manera, el PSOE le facilita el camino a Sánchez para que pueda convertir el pacto PP-Vox en blanco de todas sus críticas a las puertas de los comicios. Esta mañana, Puig se ha abierto a acortar los plazos. Aunque eso sí, a partir del 6 de julio, por lo que el pleno se celebrará en plena campaña electoral. Pero con esas dilaciones, lo único que está consiguiendo Ximo Puig es retrasar la formación del nuevo gobierno de PP y Vox, y por lo tanto, la bajada generalizada de impuestos, su estrategia para reducir las listas de espera o la nueva ley de señas de identidad valencianas.
