Qué momento para Sánchez, cuando la opinión pública encaja la muerte del Papa, él lleva al Consejo de Ministros algo muy difícil: gastar 10.471 millones de adicionales en seguridad y defensa que llevan a España a cumplir con el compromiso de un 2% de gasto a finales de año, con trampas y trampillas y de espaldas al control del Congreso. Y por supuesto sin presupuestos generales del Estado.
Por eso, el consejo ha aprobado contra criterio de su socio Sumar este gasto extraordinario que se incluye en un Plan Industrial de Seguridad y Defensa. ¿De dónde sacará el dinero?, sin imponer más impuestos y sin detraer un euro de los gastos sociales, pues redirigiendo fondos del Plan europeo de Transformación y resiliencia; aplicando ahorros por menores pagos de intereses de la deuda y porque las CCAA no recibirán los apoyos previstos tras la Covid, porque ya no son necesarios. Y Sánchez se queda tan pancho.
