Tal día como hoy del año 1431 nacía en la localidad valenciana de Játiva Rodrigo de Borgia (en realidad, Borja), que será papa como Alejandro VI y tendrá un papel crucial en la Historia de España. Los Borja eran un viejo linaje aragonés cuyos primeros antecedentes se rastrean en la conquista de Valencia en el siglo XIII. La familia –un verdadero vivero de talentos- ascendió hasta llegar al papado de Roma en la persona de Alonso de Borja, pontífice con el nombre de Calixto III en 1455. Con Calixto marchó a Roma su sobrino Rodrigo Llançol y Borja, que italianizó su apellido como Borgia: ese es nuestro hombre.
Protegido por la influencia familiar y aupado en una inteligencia extraordinaria, Rodrigo supo ascender en la Curia en un tiempo en el que el papado era una institución mucho más política que religiosa. Ordenado sacerdote en 1451, cuatro años después ya era obispo y en 1456 fue creado cardenal para enseguida hacerse cargo de la vicecancillería de la Iglesia. ¿Nepotismo? Por supuesto, pero también una habilidad descomunal para la diplomacia, la intriga, la administración y el juego a largo plazo en una Iglesia que actuaba habitualmente como juez y parte en los grandes conflictos internacionales. De hecho, muerto su tío Calixto, todos los papas siguientes mantendrán a Rodrigo en su puesto de vicecanciller. En calidad de tal amañó la bula para legitimar el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, un asunto que sería decisivo para la historia posterior.
Rodrigo de Borja llegó al papado en 1492, el año de los prodigios, con el nombre de Alejandro VI. No era, ciertamente, un hombre santo, pero pocos en la Curia lo eran. Mientras garantizaba a su numerosa progenie un buen pasar –se le atribuyen nueve hijos-, Alejandro neutralizaba las ambiciones francesas sobre Italia, reorganizaba la maltrecha salud de los estados papales, arbitraba los conflictos de Nápoles –con ventaja para el lado español- y delimitaba los derechos de España y Portugal en el nuevo mundo descubierto al otro lado del Atlántico. Nombró al primer vicario apostólico en América, el catalán Bernardo de Boil, y subrayó la obligación de evangelizar a los indígenas. Él fue quien concedió a Isabel y Fernando el título de “Reyes Católicos”.
Alejandro VI, Rodrigo Borgia, murió después de un banquete en 1503. Sus hijos César y Lucrecia serán incapaces de consolidar el poder de los Borgia en Italia, pero de otro de sus vástagos, Juan, duque de Gandía, saldrá nada menos que San Francisco de Borja.
Otros hechos:
1820: En Las Cabezas de San Juan, Sevilla, el general Rafael de Riego, al mando de un ejército que debía acudir a América para sofocar las insurrecciones independentistas, se subleva para que el rey Fernando VII acate la Constitución de 1812.
1540: En Cuzco, Perú, el conquistador Pedro de Valdivia parte hacia Chile.
1913: En Madrid, el líder conservador Antonio Maura, amenazado por la izquierda, criticado por los liberales y acosado por la oligarquía, renuncia a su escaño y a la jefatura del partido.