14 de diciembre de 1788. Carlos III, déspota ilustrado
Tal día como hoy, 14 de diciembre de 1788, moría en Madrid el rey Carlos III de Borbón, figura decisiva del siglo XVIII en España.
Carlos era el tercer hijo varón de Felipe V. La corona de España no era para él, sino para su hermano Fernando, que reinó como Fernando VI. De hecho, Carlos ocupó primero el trono de Sicilia y Nápoles. Pero Fernando VI murió sin descendencia y entonces Carlos volvió a Madrid para ceñir la corona. El suyo será un reinado muy largo: veintinueve años, desde 1759 hasta 1788.
En ese tiempo, Carlos III tuvo que hacer frente a una compleja situación internacional que resolvió aliándose con Francia en virtud del pacto de familia de los Borbones. No fue un acierto, porque Francia era mucho menos fuerte de lo que ella decía: las guerras con Inglaterra en América y en Filipinas demostraron que España, al final, tendría que arreglárselas sola. Por eso, entre otras razones, París cedió a España el inmenso territorio norteamericano de la Luisiana: Francia no era capaz de defenderlo. La Paz de París de 1763 puso fin formal al conflicto, pero sólo sobre el papel: en el terreno, la hostilidad de Inglaterra persistió y España respondió apoyando a los colonos norteamericanos que buscaban su independencia.
En política interior, Carlos III fue el exponente por antonomasia del despotismo ilustrado. Venía de una larga experiencia de gobierno en Nápoles y tenía ideas propias sobre qué medidas concretas tomar en materia económica y administrativa. Sin embargo, y contra la aureola que rodea a este rey, lo cierto es que sus proyectos de modernización social y económica fueron frecuentemente acompañados del fracaso, como ocurrió con la liberalización del comercio de cereales, que ocasionó una fuerte carestía. Tampoco fueron acertados determinados proyectos de reforma de las costumbres como el que condujo al “motín de Esquilache”. Bien es cierto que Carlos III rectificó a tiempo. También supo atender las reclamaciones del estado llano al abrir los concejos a representantes elegidos por sufragio.
Más inflexible fue a la hora de tomar decisiones como la expulsión de los jesuitas, cuyas motivaciones y efectos aún hoy son objeto de debate. Lo cierto es que, cuando Carlos III murió, España era un país más moderno y fuerte que treinta años atrás. Hoy se le considera uno de los mejores reyes que ha tenido España.
Otros hechos:
1591: Muere en Úbeda, Jaén, el carmelita y poeta místico San Juan de la Cruz.
1831: Nace en Segovia el militar Arsenio Martínez Campos, líder del pronunciamiento militar que provocó la restauración borbónica en la persona de Alfonso XII.
1927: Primer vuelo comercial de la compañía aérea Iberia: Madrid-Barcelona.
1942: El Gobierno de Franco aprueba la Ley del Seguro Obligatorio de Enfermedad.