Tal día como hoy, 14 de junio de 1809, comenzaba el tercer asedio de Gerona por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia.
La ciudad de Gerona estaba resistiendo desde un año atrás, cuando se levantó contra los franceses que ocupaban España. El primer asedio de los napoleónicos, en junio de 1808, fue un éxito para los españoles. El segundo, un mes después, obligó nuevamente a los franceses a retirarse. En mayo de 1809 Napoleón decide rendir la ciudad a cualquier precio y envía un poderoso ejército de 18.000 hombres. Pero entretanto ha llegado a Gerona alguien muy importante: el general Álvarez de Castro, granadino, un militar experto, de sesenta años; un hombre que se había negado a entregar a los franceses el castillo de Montjuich, que se había lanzado al combate y que llegaba a Gerona con el propósito de apurar la resistencia.
El general Álvarez de Castro hace publicar un bando resolutivo: se resistirá hasta la muerte. Y quien piense en pasarse al enemigo, será ejecutado sin piedad. Así decía el bando de Álvarez de Castro: “Gerundenses: los enemigos propalan querer por tercera vez probar vuestros esfuerzos. Propalan además tener ganada esta ciudad por traición. Pero yo, que conozco por experiencia vuestro patriotismo, vuestro valor y la fidelidad que tenéis a Fernando VII, estoy sin el menor recelo, asegurado que me acompañáis en la resolución firme que tengo hecha de defender la plaza hasta la última gota de mi sangre. Sí, gerundenses: toda la nación está prendada de vuestros procederes, y yo el más feliz de estar entre vosotros. Sin embargo, para atajar cualquiera maquinación que pudiera haber intentado el enemigo con introducir en la plaza algún perverso (…) impongo pena de la vida ejecutada inmediatamente a cualquiera persona que tuviese la vileza de proferir la voz de rendición o capitulación”.
En mayo los franceses se despliegan por los alrededores. Entra el mes de junio cuando plantan sus baterías frente a Gerona. A pesar de la inferioridad numérica y de las dificultades para defender la plaza, Gerona resistirá durante meses. Los franceses tuvieron que lanzar más de 60.000 balas de cañón para doblegar la resistencia gerundense. Finalmente, sin apenas hombres, rota por el hambre y las enfermedades, con el propio Álvarez de Castro enfermo, Gerona capituló el 10 de diciembre. Fue un episodio épico de la guerra de la independencia. Y allí, en los muros de la catalana Gerona, ondeó la bandera rojigualda como enseña nacional española.
Otros hechos:
1658: Batalla de las Dunas, donde la defensa española de Dunquerque es derrotada por la coalición entre Francia, Inglaterra y Holanda, que doblaba en número a los defensores.
1808: La flota española al mando de Ruiz de Apodaca rinde a la escuadra francesa estacionada en Cádiz.
1864: Isabel II inaugura la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.